miércoles, 3 de diciembre de 2008

dolores fuertes

Aldonza Lorenzo se llamaba ella, pero el Quijote la llamaba Dulcinea. Cómo iba a ser princesa de cuento una mujer con nombre de embutido (un bocadillo de aldonza!)?? El nombre es casi condición sin-el-juanon (sus excepciones habrá) a la hora de caracterizar a un personaje, así que a menudo los autores deciden no ser arbitrarios. O podría ser arbitraria la elección de un nombre como Ulises, César o Borat? Por sus ecos históricos, por sus cualidades sonoras, por sus antecedente ilustres, por su capacidad evocativa, por su similitud con objetos o marcas (Topper -chopper?- Harley).

He aquí varios ejemplos de maestría a la hora de elegir el nombre de algunos personajes.


James Señor Benson Señora




Roger, Oveur, Victor, Clarence...



Y toda la saga de los Asshole (YO!)

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